MI HIJO TODAVÍA NO HABLA, ¿DEBERÍA
PREOCUPARME?
Cuantas
veces hemos escuchado la pregunta: ¿es normal que mi hijo no hable bien con la
edad que tiene?, ó: ¿por qué utiliza tantos gestos pero no emite ningún sonido?
Normalmente
tendemos a comparar a nuestro hijo con otros niños de su clase o incluso con su
propios hermanos mayores, y es a raíz de ahí cuando comienzan las
preocupaciones sobre si podrá hacer una cosa u otra. El lenguaje es una de esas
preocupaciones, sobre todo cuando vemos que nuestro hijo no habla con la misma
fluidez que otros niños de su edad, o aún no ha comenzado a hablar cuando otros
niños de su edad sí.
En este
artículo hablaremos del desarrollo normal del habla y del lenguaje, para así
poder ver si realmente nuestro hijo puede llegar a tener un retraso en el
lenguaje o no.
La primera
pregunta que deberíamos hacernos es la siguiente:
¿Cuándo
empiezan los niños a hablar normalmente?
Cada niño
tiene su propio ritmo de desarrollo, así como no todos los niños comienzan a
andar a la misma edad, tampoco todos comienzan a hablar a la misma edad.
Podríamos
estar hablando de retraso simple del habla cuando se produce un desfase en la
aparición del habla y en el desarrollo de la expresión respecto a la edad
cronológica del niño; por ello vamos a ver cuál sería el desarrollo normal del
habla y del lenguaje para así tener una guía.
·
Antes
de los 12 meses
A esta edad debemos tener en cuenta que nuestro bebé utiliza su voz para
relacionarse con el entorno. El gorgoteo y el balbuceo son las fases iniciales del
desarrollo del habla. Cuando tienen en torno a 9 meses comienzan a unir sonidos, a
entonar el habla y decir “mamá” y “papá”, (aunque sin entender qué significan).
Antes de
los 12 meses, los bebés deberían ser receptivos a los sonidos y empezar a reconocer
nombres de objetos de uso común (por ejemplo, biberón, chupete, etc.).
·
Entre
los 12 y los 15 meses
A esta edad
deberían tener un amplio abanico de sonidos en su balbuceo (como p, b, m, d, o
n), y empezar a imitar. También deberían
comenzar a aproximarse a los sonidos y palabras que suelen usar los miembros de
su familia, y así decir una o más palabras de forma espontánea. Los nombres suelen ser las primeras
palabras que utilizan los bebés, de personas (papá, mamá), animales (perro, gato),
juguetes (pelota, muñeca), etc.
Su hijo también debería entender y seguir instrucciones de un solo paso
("Por favor, pásame el juguete" y similares).
·
De
los 18 a los 24 meses
La mayoría
de los niños dicen unas 20 palabras cuando tienen aproximadamente 18 meses y
unas 50 o más cuando cumplen 2 años. En torno a esta edad, los niños empiezan a
combinar dos palabras en frases muy simples, como "bebé llorar" o
"papá grande". Un niño de 2 años debería poder identificar objetos de
uso común (tanto cuando el objeto está presente como cuando se trata de
imágenes del objeto), señalar sus ojos, sus orejas y su nariz cuando alguien se
las menciona y seguir instrucciones de dos pasos (como "Por favor, recoge
el juguete y dámelo").
Esto no
quiere decir que tengamos que contar las palabras que dice nuestro hijo, pero
nos sirve para tener una idea aproximada.
· De 2 a 3 años
A estas
edades se suelen notar grandes avances, ya que el vocabulario del niño suele
crecer considerablemente, y así, puede combinar de forma sistemática tres o más
palabras en frases más largas, con una estructura de nombre+verbo+nombre, (nene
come pan).
Su
comprensión también debería mejorar; con 3 años, un niño debería empezar a
entender qué significa "ponlo en la mesa" o "ponlo debajo de la
cama". Su hijo también debería empezar a identificar colores, etc.
Por lo tanto, ¿cuándo estaríamos hablando de un retraso del habla y
lenguaje?
· Cuando a partir de los dos años no
produce enunciados de dos palabras que puedan incluir un sustantivo y un verbo.
· Cuando a partir de los dos años solo
habla repitiendo y no se entiende lo que dice.
· Cuando a partir de los tres años es
capaz de pronunciar sonidos aislados y grupos de sonidos, pero presenta
dificultades para formar palabras con ellos.
· Cuando a los tres años muestra un retraso
en la adquisición de juego simbólico.
· Cuando a los tres años reduce al mínimo
el uso de proposiciones, nexos y utiliza simplificaciones fonológicas,
confunde, omite o sustituye consonantes, intercambiándolas en una palabra.
·
Cuando
a los tres años imita pero no pronuncia frases de forma espontánea.
A continuación vamos a enunciar una serie de pautas que nos servirán
para estimular la adquisión del lenguaje de nuestros hijos:
·
Da “la vuelta” a sus preguntas animándole a pensar y a
manifestar sus opiniones (ejemplo: ¿por qué…? ¿a ti qué te parece?).
·
Utiliza preguntas abiertas. Anímale a contestarte con
algo más que si o no, (¿y ahora qué hacemos?, ¿cómo funciona esto?, etc).
·
Contarle cuentos incluso antes de que comience a hablar,
y cuando comience a hablar, hacerle partícipe, pidiéndole ayuda en algún
momento, haciéndole preguntas, que diga los nombres de los objetos que aparecen
en las imágenes.
·
Enseñarle canciones, adivinanzas, refranes, etc.
· Jugar con él a
juegos en los que intervenga el habla (dibujar y preguntarle qué ha
dibujado...)
Algunos de
los niños que comienzan a hablar tarde, se normalizan después, pero aún así, es
recomendable que si notamos que nuestro hijo no progresa en la adquisición del
lenguaje acudamos a un especialista para descartar cualquier problema que esté
interfiriendo, como por ejemplo: problemas de audición, trastorno del habla, o
algún otro problema del desarrollo.
IDEAT