¿CÓMO MINIMIZAR LAS CONSECUENCIAS DEL DIVORCIO EN LOS NIÑOS.?
Tras la separación o divorcio, tanto los hijos como los padres se encuentran con un cambio importante es sus vidas. Cuando se produce una separación los niños sienten dolor, inseguridad y confusión. La mejor o peor adaptación a la nueva situación familiar dependerá de diversos factores: acuerdo entre los progenitores, cambios de domicilio, problemas económicos, edad de los niños, apoyo familiar…
Un aspecto
importante en el proceso de separación es cómo y cuándo comunicar la decisión a
los hijos. Aunque los menores tienen distintos niveles de compresión y
diferentes modos de adaptarse a los cambios, en general podemos establecer unas
pautas básicas:
Es importante comunicar la decisión de la separación cuando ésta esté tomada, nunca antes.
· Transmitir que la decisión no cambiará: no crear expectativas de reconciliación en los niños.
· La decisión debería ser comunicada por ambos padres. Tanto el padre como la madre, deben respetarse, no culpabilizando a nadie e intentando evitar discusiones delante de los hijos.
· Es necesario estar preparado para la reacción de los niños: a veces pueden reaccionar llorando, con ira, confusión…
· No informar de los conflictos de fondo: A los niños no les beneficia ni necesitan conocer los detalles íntimos que les han llevado a la separación.
· Informar cómo será la realidad a partir de la separación: quién se irá de casa, cómo y cuándo hablarán y se verán con el progenitor con el que no conviven, si cambiarán o no de colegio...
· No fomentar fantasías mintiendo sobre la realidad de la separación y creando una situación ficticia: no decir a los hijos que el padre está trabajando en otra ciudad y por eso ya no vive con ellos perjudica la adaptación a la nueva realidad de los menores y puede crear sentimientos de abandono, entre otros problemas.
· Aclarar las dudas. Es necesario responder a sus preguntas y dejarles tiempo para asimilar la noticia.
· Los niños deben sentir que siguen contando con los dos padres en todo momento. Asegura repetidamente a los hijos que ambos continuáis queriéndoles igual o más que antes.
· Respetar la rutina de los hijos. Mantén sin cambios la rutina habitual de tu hijo: domicilio, relaciones con los amigos, colegio, horarios, etc.
· Asegurar a los hijos que ellos no tienen ninguna responsabilidad en el divorcio.
· Facilita la relación de tu hijo con el otro progenitor. Siendo flexible en los horarios de visitas y cediendo en fechas señaladas, de ese modo mantendrá sus lazos emocionales.
· Comparte preocupaciones y tareas. Hablar directamente con el progenitor todo lo relacionado con la educación y la salud de vuestro hijo y no desacreditarse el uno al otro.
Es esencial llevar una separación lo más civilizadamente posible, transmitiendo a los hijos el máximo apoyo, bienestar y estabilidad, y dejándolos al margen de las disputas que puedan surgir entre los progenitores.
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