La historia se remonta a los días de confinamiento. Inés me comentó que tenía una mascota nueva y quería enseñarla a la clase. Le prometí que cuando empezáramos de nuevo el curso la podría traer. Pasaron los meses y en verano me llegó de nuevo un recordatorio, era Inés que me recordaba mi promesa. Pues al final, llegó el día. Inés nos trajo a Pelusilla a clase. Que emocionante fue ver como comía y se movía de un piso a otro.
Aprovechamos su presencia para poder hacer un Compara-Contrasta, viendo las características comunes y diferenciadoras entre el mono y el hámster.
Hace poco Inés me comunicó que Pelusilla se había ido al cielo, pero que ella está bien, no está triste, porque sus padres le van a traer otra mascota. ¡A ver si tiene suerte!
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