¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UNA RABIETA Y UNA CRISIS O
COLAPSO SENSORIAL?
Por
lo general, durante una rabieta el
niño sabe lo que está haciendo, tiene un objetivo (como por ejemplo, conseguir
que le compren un juguete, quedarse más tiempo en el parque jugando…), y hay un
componente manipulativo hacia sus padres. Está usando ese momento
intencionadamente para conseguir lo que quiere. En este tipo de situaciones los padres deben responder con
cariño pero estableciendo y manteniendo unos límites claros con el fin de
evitar dicho comportamiento manipulativo.
En
una crisis sensorial, sin embargo,
el niño no está controlando la situación, no es consciente, presenta ansiedad y
no lo hace con ningún objetivo en particular. Cuando un padre identifica que su
hijo es incapaz de controlar sus acciones no sirve de nada que se le castigue.
Su respuesta ante esta situación debe ir encaminada a intentar reconducirlo de
manera comprensiva hasta un estado de control y calma.
Aunque
estos episodios nos desborden, como padres tenemos que pensar que son un signo
y que el niño con esta actitud nos está intentando decir que nos necesita
porque no tiene las habilidades necesarias para desenvolverse en esa situación.
Por esto es completamente
necesario llegar hasta el final y entender por qué un niño está teniendo una
rabieta o una crisis sensorial para abordarlo de la manera más eficaz posible.
Si
crees que tu hijo puede haber sufrido una crisis sensorial es muy probable que
tenga dificultad a la hora de procesar los estímulos que recibe del entorno en
su día a día. En ese caso, podéis acudir al CDIAT de APSA para recibir
información al respecto y conocer cuál es el mejor tratamiento que ayude a
vuestro hijo en esas situaciones.
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