La influencia de las Nuevas Tecnologías en la
etapa infantil:
Vi hace poco un video en
las redes sociales en el que cada generación hablaba de los juegos a los que
jugaban cuando eran pequeños. Los abuelos y los padres hablaban y recordaban
sus juegos favoritos, que eran juegos cargados de imaginación e ingenio, con
materiales cotidianos, o incluso sin requerir material alguno. Eso sí, los que
eran en grupo de amigos eran los más divertidos.
Cuando llegó el turno de
hablar a los niños, ellos se referían a los videojuegos, en cualquiera que
fuera el aparato electrónico: Tablet, móvil…, y por supuesto, solos.
No se trata ahora de
debatir si las nuevas tecnologías son buenas o malas, las nuevas tecnologías
son una realidad en nuestras vidas, y son una herramienta valiosísima para
adultos, adolescentes y niños: vida laboral, vida social, ocio, etc.
El mundo tecnológico
crece tan rápido y tan deprisa como lo hacen nuestros peques, para nosotros, es
algo contradictorio o futurista, pero ellos que crecen con ellas, y no conocen
nada más no se plantean eso de “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”.
Pensemos pues en las
tecnologías como herramientas (ordenador, Internet, el televisor, los
videojuegos o el teléfono móvil, entre otras, ya que cada día, surgen nuevas), que pueden servir y de hecho sirven para
sus vidas escolares y sociales, pero que al mismo tiempo, depende del uso que
se hace de ellas, también pueden generar conflictos y problemas.
El mundo adulto que
rodea al niño/a debe enseñarles a aprovechar las posibilidades de estos
sistemas y a hacer un buen uso de los mismos. Junto con el resto de normas de
convivencia, una de las normas más habituales es el que solo tiene videoconsola
o Tablet los fines de semana.
Si los niños crecen
habituándose a unas normas, y a un buen uso de estas herramientas sabrán como
utilizarlas, y podrán aprovecharlas en aspectos tan beneficiosos como lo
son: el acceso a la información, incentivar la
comunicación, la colaboración y ampliar formas de diversión. Pero su mal uso puede
desembocar en aislamiento o adicciones, que pueden perjudicar su desarrollo
personal y social. Por ejemplo: en redes
sociales tiene miles de amigos, pero en su vida escolar, en su entorno, no sabe
relacionarse, se aísla, no es capaz de entablar una conversación…
En este caso
distinguiríamos dos esferas de relaciones, la virtual, y la real. También con
el mundo del juego ocurriría así, tendríamos juegos virtuales, de rol por
ejemplo, en los que se configuran una serie de características y al personaje
le suceden una serie de episodios, y la vida real, en la que el niño o la niña es
el protagonista de su propia vida, se relaciona, va a la escuela, convive con su
núcleo familiar y participa de su contexto social.
En este mundo virtual
poseen todo lo que desean (o eso creen), por lo que quedan enganchados,
atrapados, no hay cuestionamiento, responsabilidades, pensamiento, y mucho
menos imaginación ni creatividad. Es un mundo imaginario, y solitario, muy
solitario.
Hace poco publicaba en
este mismo blog un artículo sobre el juego simbólico, este virtual no sería uno
de ellos. El juego simbólico sería ese que implica tomar decisiones, crear algo
nuevo, incluso para destruirlo después, en el juego simbólico uno puede aburrirse
porque no está siendo lo divertido que pensaba, y modificarlo para que lo sea.
Pero sobre todo destacar del juego simbólico la influencia de la imaginación y
la fantasía puesta en sus dibujos, en sus teatros…
Busco citas al respecto
y son muchos los personajes que hablan sobre esto, selecciono estas dos para
compartirlas con vosotros:
“En los momentos de crisis
sólo la imaginación es más importante que el conocimiento” – ALBERT EINSTEIN –
“Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el
adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su
personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo”
― DONALD WOODS WINNICOTT -
Entonces,
y a modo de conclusión, desde que son pequeños, se puede ofrecer las
tecnologías, ya que para ellos son algo natural, cotidiano, y les atraen, tanto
o más que a los adultos, pero eso sí, bajo la supervisión adulta del uso y la
frecuencia, entendiendo, que cada etapa tendrá un uso adecuado en función de
las características de la misma a nivel de lenguaje, sociabilidad, cognición,
motricidad…
Podría
ser utilizada como fuente de ocio y diversión, por ejemplo buscar canciones por
Internet, o en la televisión, de estás que les ayudan a integrar el esquema
corporal, psicomotrices, o alguna
actividad similar.
En
etapas posteriores quizá si pueda haber un mayor uso: trabajos del colegio,
llamar a un amigo para invitarle a casa a jugar, buscar información sobre un
tema de interés, etc., pero recordar que vosotros sois quienes decidís el uso,
y la frecuencia. Y que hay muchas opciones de ocio, podéis ofrecer tecnologías,
y combinarlas con otras actividades o juegos, por ejemplo se me ocurre, que les
habléis y les enseñéis a jugar a los que fueron vuestros juegos favoritos,
seguramente cuando los conozcan también a ellos les divertirá jugar y
enseñárselos a sus amigos para el tiempo de ocio que comparten en parques,
recreos, etc.
Así
pues no se trataría tanto de si si, o de si no, sino del que, el cómo, y el
cuándo.
PAULA MARÍN (TERAPEUTA INFANTIL)
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