lunes, 16 de mayo de 2016

LA INFLUENCIA DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA ETAPA DE INFANTIL (PAULA MARÍN GARCÍA)

La influencia de las Nuevas Tecnologías en la etapa infantil:

Vi hace poco un video en las redes sociales en el que cada generación hablaba de los juegos a los que jugaban cuando eran pequeños. Los abuelos y los padres hablaban y recordaban sus juegos favoritos, que eran juegos cargados de imaginación e ingenio, con materiales cotidianos, o incluso sin requerir material alguno. Eso sí, los que eran en grupo de amigos eran los más divertidos.

Cuando llegó el turno de hablar a los niños, ellos se referían a los videojuegos, en cualquiera que fuera el aparato electrónico: Tablet, móvil…, y por supuesto, solos.

No se trata ahora de debatir si las nuevas tecnologías son buenas o malas, las nuevas tecnologías son una realidad en nuestras vidas, y son una herramienta valiosísima para adultos, adolescentes y niños: vida laboral, vida social, ocio, etc.

El mundo tecnológico crece tan rápido y tan deprisa como lo hacen nuestros peques, para nosotros, es algo contradictorio o futurista, pero ellos que crecen con ellas, y no conocen nada más no se plantean eso de “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”.

Pensemos pues en las tecnologías como herramientas (ordenador, Internet, el televisor, los videojuegos o el teléfono móvil, entre otras, ya que cada día, surgen nuevas), que pueden servir y de hecho sirven para sus vidas escolares y sociales, pero que al mismo tiempo, depende del uso que se hace de ellas, también pueden generar conflictos y problemas.

El mundo adulto que rodea al niño/a debe enseñarles a aprovechar las posibilidades de estos sistemas y a hacer un buen uso de los mismos. Junto con el resto de normas de convivencia, una de las normas más habituales es el que solo tiene videoconsola o Tablet los fines de semana.

Si los niños crecen habituándose a unas normas, y a un buen uso de estas herramientas sabrán como utilizarlas, y podrán aprovecharlas en aspectos tan beneficiosos como lo son: el acceso a la información, incentivar la comunicación, la colaboración y ampliar formas de diversión. Pero su mal uso puede desembocar en aislamiento o adicciones, que pueden perjudicar su desarrollo personal y social. Por ejemplo: en redes sociales tiene miles de amigos, pero en su vida escolar, en su entorno, no sabe relacionarse, se aísla, no es capaz de entablar una conversación…

En este caso distinguiríamos dos esferas de relaciones, la virtual, y la real. También con el mundo del juego ocurriría así, tendríamos juegos virtuales, de rol por ejemplo, en los que se configuran una serie de características y al personaje le suceden una serie de episodios, y la vida real, en la que el niño o la niña es el protagonista de su propia vida, se relaciona, va a la escuela, convive con su núcleo familiar y participa de su contexto social.

En este mundo virtual poseen todo lo que desean (o eso creen), por lo que quedan enganchados, atrapados, no hay cuestionamiento, responsabilidades, pensamiento, y mucho menos imaginación ni creatividad. Es un mundo imaginario, y solitario, muy solitario.

Hace poco publicaba en este mismo blog un artículo sobre el juego simbólico, este virtual no sería uno de ellos. El juego simbólico sería ese que implica tomar decisiones, crear algo nuevo, incluso para destruirlo después, en el juego simbólico uno puede aburrirse porque no está siendo lo divertido que pensaba, y modificarlo para que lo sea. Pero sobre todo destacar del juego simbólico la influencia de la imaginación y la fantasía puesta en sus dibujos, en sus teatros…

Busco citas al respecto y son muchos los personajes que hablan sobre esto, selecciono estas dos para compartirlas con vosotros:

“En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento” – ALBERT EINSTEIN –

Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo” 
― DONALD WOODS WINNICOTT -

Entonces, y a modo de conclusión, desde que son pequeños, se puede ofrecer las tecnologías, ya que para ellos son algo natural, cotidiano, y les atraen, tanto o más que a los adultos, pero eso sí, bajo la supervisión adulta del uso y la frecuencia, entendiendo, que cada etapa tendrá un uso adecuado en función de las características de la misma a nivel de lenguaje, sociabilidad, cognición, motricidad…
Por ejemplo, pienso en la primera etapa de la infancia y no se me ocurre para que pudiera utilizar un niño de un año a dos años (ni me planteo la etapa anterior de bebés como etapa susceptible de tecnología), cuando sus miras están puestas en crecer, en conocer el mundo que les rodea, en investigar, en reconocerse, en moverse, en darse cuenta que no están solos, que existe “otro”, y un sinfín más de necesidades que no implican quedarse aislados, ni parados, sino todo lo contrario. 

Podría ser utilizada como fuente de ocio y diversión, por ejemplo buscar canciones por Internet, o en la televisión, de estás que les ayudan a integrar el esquema corporal,  psicomotrices, o alguna actividad similar.

En etapas posteriores quizá si pueda haber un mayor uso: trabajos del colegio, llamar a un amigo para invitarle a casa a jugar, buscar información sobre un tema de interés, etc., pero recordar que vosotros sois quienes decidís el uso, y la frecuencia. Y que hay muchas opciones de ocio, podéis ofrecer tecnologías, y combinarlas con otras actividades o juegos, por ejemplo se me ocurre, que les habléis y les enseñéis a jugar a los que fueron vuestros juegos favoritos, seguramente cuando los conozcan también a ellos les divertirá jugar y enseñárselos a sus amigos para el tiempo de ocio que comparten en parques, recreos, etc.

Así pues no se trataría tanto de si si, o de si no, sino del que, el cómo, y el cuándo.

PAULA MARÍN (TERAPEUTA INFANTIL)



  

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