NIÑOS EMPERADORES
Cada vez conocemos más casos de niños que organizan la rutina de su familia
dando órdenes a sus padres y utilizando el chantaje emocional para conseguir todo lo
que quieren. Nos referimos a niños consentidos y desobedientes, que quieren ser el
centro de atención, no reconocen las normas de su familia y son unos artistas
del chantaje emocional, de manera que, con rabietas y ataques de ira, acaban
consiguiendo todo lo que quieren.¿Qué podemos hacer para prevenir esta situación?, ¿cuándo es el mejor momento
para poner normas en casa?
Alrededor de los dos años, los niños comienzan a manifestar su independencia
negando al otro, es la famosa época de las rabietas. Muchos padres viven esta etapa
con ansiedad porque piensan que es la forma que tienen sus hijos de tomarles el pelo
y no saben qué hacer para controlar los momentos de frustración de sus pequeños. Es
en este momento cuando se deben aplicar una serie de pautas y, con paciencia, utilizar
los siguientes consejos:
- No intentes discutir con tu hijo. Mientras la rabieta dura, tu pequeño está más allá de
la razón. Es mejor esperar a que pase la tormenta para hablar con él.
- Procura no contestarle gritando. La rabia es muy contagiosa y puede que te sientas
más enfadado/a con cada uno de sus gritos. Lo mejor es no participar en la rabieta. Si
lo haces, probablemente la prolongarás.
- No des ninguna recompensa, ni ningún castigo por una rabieta. Lo importante es que
aprenda que las rabietas son horribles para él, no cambian nada, tanto a favor como
en contra. Si tiene una rabieta porque no le dejas jugar con la tablet, no cambies de
opinión y se la dejes después de que se haya calmado. De la misma forma, si se iba a
dar un baño antes de que tuviera la rabieta, debes hacerlo tan pronto como se calme.
- La mayoría de los padres temen las rabietas en lugares públicos, sin embargo, no
debes dejar que tu hijo se dé cuenta de esto. Si dudas en llevarlo a la tienda de la
esquina para evitar que tenga una rabieta porque quiere chuches, se dará cuenta de lo
que está pasando. Una vez que tu hijo sepa que sus rabietas tienen un efecto en ti, es
probable que aprenda a usarlas a su favor.
- Es muy importante que desde el primer momento que un niño se dirija a los padres,
o a cualquier persona, de malos modos, entienda que esa no es la fórmula para captar
la atención del resto por lo que sería conveniente modular para reproducir de nuevo
aquello que quiere transmitir de forma adecuada.
- Por último, debemos entender que no sirve de nada justificarnos en que “es que mi
hijo es así”. Obviamente, cada niño tiene su personalidad, pero las conductas
adaptativas y la regulación emocional suponen un aprendizaje que deben ir
adquiriendo para desarrollarse como personas.
Victoria Mira Crespo
Psicóloga NoCol.: CV12502
FAMILIE Centro de Desarrollo y Atención a la Infancia
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