jueves, 10 de noviembre de 2016

FAMILIE Centro de Desarrollo y Atención a la Infancia

NIÑOS EMPERADORES

Cada vez conocemos más casos de niños que organizan la rutina de su familia dando órdenes a sus padres y utilizando el chantaje emocional para conseguir todo lo que quieren. Nos referimos a niños consentidos y desobedientes, que quieren ser el centro de atención, no reconocen las normas de su familia y son unos artistas del chantaje emocional, de manera que, con rabietas y ataques de ira, acaban consiguiendo todo lo que quieren.¿Qué podemos hacer para prevenir esta situación?, ¿cuándo es el mejor momento para poner normas en casa?

Alrededor de los dos años, los niños comienzan a manifestar su independencia negando al otro, es la famosa época de las rabietas. Muchos padres viven esta etapa con ansiedad porque piensan que es la forma que tienen sus hijos de tomarles el pelo y no saben qué hacer para controlar los momentos de frustración de sus pequeños. Es en este momento cuando se deben aplicar una serie de pautas y, con paciencia, utilizar los siguientes consejos:
- No intentes discutir con tu hijo. Mientras la rabieta dura, tu pequeño está más allá de la razón. Es mejor esperar a que pase la tormenta para hablar con él.
- Procura no contestarle gritando. La rabia es muy contagiosa y puede que te sientas más enfadado/a con cada uno de sus gritos. Lo mejor es no participar en la rabieta. Si lo haces, probablemente la prolongarás.
- No des ninguna recompensa, ni ningún castigo por una rabieta. Lo importante es que aprenda que las rabietas son horribles para él, no cambian nada, tanto a favor como en contra. Si tiene una rabieta porque no le dejas jugar con la tablet, no cambies de opinión y se la dejes después de que se haya calmado. De la misma forma, si se iba a dar un baño antes de que tuviera la rabieta, debes hacerlo tan pronto como se calme.
- La mayoría de los padres temen las rabietas en lugares públicos, sin embargo, no debes dejar que tu hijo se dé cuenta de esto. Si dudas en llevarlo a la tienda de la esquina para evitar que tenga una rabieta porque quiere chuches, se dará cuenta de lo que está pasando. Una vez que tu hijo sepa que sus rabietas tienen un efecto en ti, es probable que aprenda a usarlas a su favor.
- Es muy importante que desde el primer momento que un niño se dirija a los padres, o a cualquier persona, de malos modos, entienda que esa no es la fórmula para captar la atención del resto por lo que sería conveniente modular para reproducir de nuevo aquello que quiere transmitir de forma adecuada.
- Por último, debemos entender que no sirve de nada justificarnos en que “es que mi hijo es así”. Obviamente, cada niño tiene su personalidad, pero las conductas adaptativas y la regulación emocional suponen un aprendizaje que deben ir adquiriendo para desarrollarse como personas.

Victoria Mira Crespo
Psicóloga NoCol.: CV12502
FAMILIE Centro de Desarrollo y Atención a la Infancia 

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