Durante nuestra investigación para conocer Egipto, hemos aprendido que los egipcios no vivían en las pirámides. En el Antiguo Egipto se empleó frecuentemente el adobe, elaborado con limo del Nilo, en la construcción de casas, tumbas, fortalezas e incluso palacios, aunque los egipcios también fueron los primeros en emplear la piedra tallada para erigir templos, pirámides y otras edificaciones monumentales.
Un compañero que investigó sobre el adobe, nos explicó de qué estaba hecho este ladrillo y nos enseñó uno que había realizado él mismo con su mamá.
Nos gusto tanto, que se nos ofreció la oportunidad de hacerlo en clase y el resultado de una tarde entre paja, agua, arena , tierra arcillosa y la dedicación y entusiasmo de una mamá, dio como resultado este taller tan divertido y provechoso.
Primero nos presentaron la materia prima que se necesita. Entre todos cortamos la paja para hacerla mas pequeña.
Luego pusimos en un barreño 6 medias de arena por 4 de arena arcillosa, añadimos paja y agua. Entre todos removimos para que se mezclara “la masa”. Cuando estuvo todo ligado fuimos haciendo uno a uno nuestro propio ladrillo. Para ello tuvimos que meter el adobe en unos moldes con forma de cuadrado y rectángulo para hacer la forma.
Nuestra maestra-mamá en ladrillos de adobe nos dijo que tenían que secarse al sol durante 5-7 días. Estuvimos contando los días para poder cogerlos, crear nuestra propia construcción con todos los ladrillos y luego llevarlos a casa.
Fue una experiencia muy divertida y nos pusimos en la piel de los constructores de casas egipcios.
La seño al día siguiente nos enseñó que en la actualidad hay niños que se dedican a hacer lo mismo pero como un trabajo obligado y no como un juego.
Nos hemos dado cuenta de la suerte que tenemos por ir al cole y de tener tiempo para poder jugar.
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