¿CÓMO PODEMOS MEJORAR
LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA DE NUESTROS HIJOS?
¿Por qué nuestros hijos se portan mal?
En general, todos los niños tienen problemas de conducta. Se encuentran en una fase álgida de aprendizaje. Es el momento de aprenderlo todo, por tanto, también deben aprender cómo se tienen que comportar, qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Necesitan saber qué límites deben cumplir y en ocasiones esos “malos” comportamientos son señales que nos mandan para que nosotros les digamos lo que deben hacer.
¿Qué cosas básicas debemos hacer?
o Entre todas las conductas que queramos cambiar de nuestro hijo/a elegiremos aquella que sea o más peligrosa para él o más fácil de cambiar. No intentaremos cambiar todos los comportamientos de golpe, elegiremos sólo una conducta.
o Todos los miembros de la familia (padres, abuelos, tios…), que estén en contacto continuo con el niño/a, deben de tener un mismo criterio educativo, actuar de la misma manera (la que se elija) y sobre todo no quitarse nunca la autoridad delante del niño/a.
o No es conveniente hablar mucho delante del niño/a del problema y de la forma de abordarlo, pues, a veces, se sienten protagonistas y aumentan esas conductas negativas para que sus padres se preocupen por él/ella.
o Cuando decidimos hacer un cambio, tenemos que estar seguros de que es el momento adecuado: no estamos ansiosos, tenemos tiempo para hacerlo, queremos hacerlo... ya que si iniciamos un cambio y luego lo dejamos a medias, el/la niño/a pondrá mucha más resistencia cuando volvamos a intentarlo.
o Una vez que iniciamos un cambio tenemos que ser constantes en el tiempo y en el espacio,es decir: hacerlo tanto el lunes, como el martes... y hacerlo en todos los contextos: casa, calle, tienda, casa de los abuelos.
o Cuando decidimos hacer un cambio de una conducta a la que el/la niño/a está acostumbrado, lo normal es que responda con enfado, se ponga más agresivo, monte más rabietas, se enfade con nosotros, nos ignore... ya que no entiende nuestro cambio de actitud.
o Nunca debemos desaprobar al propio niño/a (a su persona), sino su conducta, su comportamiento. Por ejemplo: no podemos decirle que es mala, sino que no se tira del pelo. No podemos decirle “cochina”, sino los papeles se tiran a la basura.
o Además de eliminar conductas negativas con diferentes técnicas, debemos acompañarlas de muestras de afecto, contacto corporal y expresiones de amor, verbalizaciones positivas cuando haga las cosas bien.
¿Cómo tiene que ser la actitud de los padres para modificar la conducta de los hijos?
o Tenemos que tener en cuenta, que no somos padres y madres perfectos, por tanto no siempre haremos las cosas como se deben hacer. No debemos culparnos por ello, pues siempre hay momentos del día en que el cansancio y los problemas nospueden. Cuando esto ocurra hay que volver a empezar e intentarlo de nuevo con mucho más ánimo.
o Se recomienda estar lo más relajado posible (aunque sabemos que no es fácil). Alguna técnica que nos puede ayudar: intentar respirar profundamente en las situaciones de conflicto, contar hasta 50, y después actuar; o salir de la habitación unos segundos y volver cuando se está más calmado, si vemos que estamos demasiado alterados y podemos perder los nervios, será mejor que la pareja (si se encuentra en ese momento, se haga cargo de la situación).
o Es importante eliminar de nuestra mente pensamientos negativos que no nos van a ayudar en el proceso, del tipo: “si le pongo castigos a mi hijo o no le doy lo que quiere me va a querer menos”, “me va a tener rencor toda su vida”, “un buen bofetón lo solucionaría todo”.
o Debemos tener una actitud paciente, este trabajo requiere su tiempo, pero si sabemos esperar tendremos resultados de mucho éxito.
¿Qué debemos evitar?
1.- Ser demasiado permisivos: nuestros hijos deben saber que existen ciertos límites que ellos deben de cumplir. No pueden hacer siempre lo que ellos quieran. Reprimir una conducta inadecuada, no significa “hacerles daño”. El “no” les ayuda a crecer.
2.- Ceder después de decir “no”: si hemos dicho a algo que NO, nos mantendremos firmes en dicha conducta (aunque consideremos que lo hemos hecho mal, nos servirá para aprender).
3.- Falta de coherencia:debemos actuar todos por igual (todos los familiares) y siempre (no vale unas veces si y otras no).
4.- Gritar y perder los nervios:no son buenas formas para inculcar a nuestros hijos. No podemos pedirle que él no grite, o pegue… si nosotros somos los primeros en hacerlo. Para nuestros hijos somos su principal modelo y tienden a imitarnos.
5.- No cumplir promesas y castigos:si prometemos algo lo debemos cumplir, debemos tener palabra con nuestros hijos. No debemos amenazar, ni prometer falsas esperanzas. Si es así nuestros hijos no confiarán en nosotros.
PLANTEAROS OBJETIVOS PEQUEÑOS QUE SUMADOS EN EL TIEMPO SERÁN GRANDES REALIDADES
ÁNIMO.
Laura Garcia Morte
Psicóloga CV- 8587
Centro IDEAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario