¿QUÉ ES EL MEMORY DE LAS EMOCIONES?
Es un juego con el que se trabajan las emociones y con el que, además, se trabaja la memoria visual.
El juego consiste en destapar del tablero dos ventanitas para ver la emoción que contienen. Si las dos emociones no coinciden, se vuelven a cerrar y se prueba otra vez. Cuando conseguimos destapar dos emociones iguales, hay que verbalizar situaciones que provoquen esa emoción. Estas ventanitas se quedarán abiertas y se continuará jugando hasta completar todas las parejas de emociones del tablero.
Con este tablero que he elaborado se pueden trabajar un máximo de 10 emociones pero no significa que las tengamos que trabajar todas en una sesión. Podemos trabajar, por ejemplo, 5 emociones y en otras sesiones ir ampliando hasta trabajar con todas ellas.
Los
materiales que he utilizado para crear el juego son:
· Cartón.
· Goma eva de colores.
· Tapas de toallitas.
· Tijeras.
· Silicona caliente.
· Etiquetas adhesivas
blancas.
· Cinta adhesiva
transparente.
· Velcro adhesivo.
· Imágenes de diferentes
emociones.
· Tarjetitas con el nombre de
las emociones.
· Tarjetitas con “Mi cara es
de…”
El
primer paso consiste en recortar el lado de una caja de cartón. Una vez lo
tenemos hay que forrar el cartón con goma eva. Con las tapas de las toallitas
lo que haremos será tapar la imagen con etiquetas adhesivas blancas y pondremos
en cada una de ellas la etiqueta de “Mi cara es de…” y lo cubriremos con cinta
adhesiva transparente para que sea más resistente y duradero. A continuación
pegaremos las tapas al tablero. Y una vez las tenemos pegadas ponemos pequeños
trocitos de velcro adhesivo y pondremos las imágenes de las emociones y las
tarjetas con los nombres de las emociones en cada una de ellas. Y por último,
recortamos en goma eva las letras de colores que darán el nombre al juego,
Mémory de las emociones.
El Mémory de las Emociones nos permite introducir la comunicación emocional en situaciones de juego, de manera divertida y amena. Por este motivo, he querido realizar un tablero para trabajarlas con los niños en el aula de Atención Temprana.
Además,
me parece muy útil porque trabajar las emociones implica el fomento del
desarrollo de las habilidades sociales.
Tal y como dice Daniel Goleman, psicólogo estadounidense, “la
inteligencia emocional, permite tomar consciencia de nuestras propias
emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y
frustraciones que se soportan en el trabajo; así como, acentuar la capacidad de
trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que brindará más
posibilidades de desarrollo social”.
Puri Izquierdo (Alumna en prácticas A.T)
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