miércoles, 12 de abril de 2017

REFLEXIONANDO SOBRE LA FAMILIA (Artículo Paula Marín)

Pertenecer a una familia es tan importante como necesario para el desarrollo del sujeto. Es la familia la que posibilita que el niño que nace pertenezca a un grupo que lo quiere y lo protege, lo cuida y lo acompaña, posibilitando así en primer lugar que crezca sintiéndose seguro, con autonomía y responsabilidad, con referentes y patrones de identificación, serán ellos también los que los vayan introduciendo poco a poco en la sociedad y la cultura, al poner normas, limites, escoger un colegio…

La familia deja huella a nivel biológico, social y psicológico, una huella que viene de generaciones anteriores, y nosotros hoy continuaremos de algún modo en nuestras familias que vamos creando.

Los padres son los dos pilares fundamentales a los que mira el niño en ese proceso de desarrollo tan complejo que desde el útero comienza y nunca termina en responder a la gran pregunta ¿Quién soy? A ellos se identificará en los primeros años, para posteriormente, en el mejor de los casos diferenciarse y buscar sus propios gustos, intereses, ideologías… Pero además hay muchos otros miembros dentro de la familia nuclear, que son los hermanos, gracias a ellos, podemos experimentar los celos, la rivalidad, la competitividad que luego extenderemos a otros ámbitos socio-laborales, o de relaciones sociales. De todos modos, en aquellas familias que no haya hermanos el niño/a podrá sentir toda esta serie de sentimientos encontrados, contradictorios como puede ser el amor/odio hacia una mama que me quiere y una mama que me riñe, pues la triada edípica ofrece ese pack emocional.

Nos enfadamos con los padres cuando no son lo que esperamos, como hijos, pero Winnicott que trabajó mucho tiempo con niños, y por tanto con padres ya nos advertía, no hay padres perfectos, “solo suficientemente buenos”. La tarea de ser padre es una tarea de las más difíciles, sino la que más, de las que enfrentará una persona en su vida.

Lo importante en la familia es poder hablar de lo que ocurre dentro de ella, poder solucionar los conflictos que vayan surgiendo, pues, así como no existen padres perfectos, tampoco familias perfectas.

Hoy es el día de mi cumpleaños, soy hija, y además soy madre pues estoy embarazada de mi segundo hijo…, y me siento dichosa de contar con mi familia de origen, y de estar creando la mía propia, pasito a paso, no sin equivocaciones, miedos y dudas… porque para formar parte de una familia, no hay libros de autoayuda, ni de pautas, sino que hay que arriesgarse, jugar, y crecer al ritmo que uno puede, junto a las personas que nos quieren y nos apoyan.

Hay personas que ya no están caminando conmigo, a las que echo de menos y me alegro de haber podido conocer y querer, al mismo tiempo hay otras que están a punto de llegar, con las que hay muchas ilusiones y proyectos por realizar.

Espero paséis buen día, ¡yo voy a celebrar mi cumpleaños!

Paula Marín

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