martes, 16 de febrero de 2016

ACTIVIDAD DE NUESTRA ALUMNA DE PRÁCTICAS: SEMÁFORO DE LAS EMOCIONES

Trabajar la inteligencia emocional, es trabajar la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados anímicos propios y ajenos, es decir, es la capacidad de reconocer nuestros sentimientos y los de los otros, así como también aprender a manejarlos. Por este motivo, introducir estrategias y materiales en las aulas para el control y el dominio de éstas es muy importante, ya que las emociones son un pilar fundamental en la vida de las personas.  Además, es necesario para que los niños se conozcan mejor a ellos mismos porque esto influirá en una mejor relación con los demás.

Por este motivo he realizado un semáforo de las emociones, basándome en una de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, prestigioso psicólogo y pedagogo estadounidense, en concreto, la Inteligencia intrapersonal, entendida como la capacidad de conocerse y dominarse a sí mismo, gestionar y controlar nuestros deseos, emociones, nuestras motivaciones, éxitos y fracasos.

El proceso de elaboración y los materiales empleados son sencillos. Se necesita:
·      Platos de cartón, que gracias a su concavidad facilitarán el manejo del semáforo a los niños. (En su defecto se puede usar cartón normal.)
·      Fieltro en color rojo, verde, amarillo y negro.
·      Ojos móviles.
·      Pistola de silicona caliente.
·      Tijeras
·      Aguja e hilo de coser en color amarillo, verde y rojo.
·      Velcro adhesivo.
·      Pinzas de madera.

Una vez tenemos los materiales preparados, procederemos a recortar dos círculos de fieltro de cada color y los pegaremos, con la ayuda de la silicona caliente, a cada uno de los tres platos. El siguiente paso es coser los bordes de fieltro de cada uno de los platos para que el acabado quede lo más profesional posible. Tras estos pasos hay que recortar en fieltro negro tres círculos pequeños que se utilizarán a modo de nariz y tres bocas, una alegre, una normal y una triste. A continuación las pegaremos, junto con los ojos móviles, en cada uno de los platos. La cara alegre en el plato verde, la sonrisa normal en el plato amarillo y la sonrisa triste en el plato rojo. El siguiente paso consistirá en unir los tres platos, por detrás, con dos tiras pequeñas de fieltro, pegadas con silicona caliente. Después pegaremos una tira de velcro adhesivo y escribiremos el nombre de cada alumno en las pinzas de madera y, de esta forma, ya tendremos listo nuestro semáforo de las emociones.



Proceso de elaboración

Resultado:

¿Cómo se usa el semáforo de las emociones?

La mecánica es muy sencilla. Depositamos en una mesa todas las pinzas, cada alumno busca su nombre y debe expresar cómo se siente. Si está contento, si se encuentra normal o si está triste. Una vez ha explicado cómo se siente y el motivo, pondrá su pinza en el color correspondiente a la emoción. A lo largo del día ésta puede variar, por tanto, el alumno puede cambiar su pinza a la emoción que más la represente.

Puri Izquierdo Salinas (Alumna en prácticas)


No hay comentarios:

Publicar un comentario