lunes, 22 de enero de 2018

DISFONÍA INFANTIL (ARTÍCULO APSA)

LA DISFONÍA INFANTIL: PAUTAS HIGIENE VOCAL


Con la vuelta al cole vuelve el estrés y, con este, las situaciones límite que  llevan tanto a padres como maestros y profesores  a solucionar todas las situaciones con gritos. Pero no son los únicos que utilizan el grito como medio para hacerse oír o solucionar conflictos, ya que en la sociedad actual podemos observar que está totalmente generalizado, un claro ejemplo es la televisión donde está presente en debates e, incluso, tertulias.

Son varios los factores que pueden desencadenar una disfonía disfuncional con o sin lesiones orgánicas: un abuso o mal uso de la voz; los procesos inflamatorios otorrinolaringológicos; factores hormonales; factores psicológicos; la debilidad física en general; factores de origen lesivo, etc.

En el caso de las disfonías infantiles, los factores desencadenantes no varían, aunque, las más frecuentes son las desencadenadas por un sobreesfuerzo vocal que se mantiene, pudiendo dar origen a lesiones orgánicas como nódulos.


Una disfonía puede darse como un caso aislado, pero puede llegar a establecerse permanentemente después de darse, progresivamente, episodios disfónicos con más frecuencia. 

Los padres y los maestros son los que deben vigilar a la vez que ser modelo de conducta vocal adecuada. Por ello, a continuación podréis encontrar unas breves pautas a seguir.

1.- PAUTAS PARA PADRES:

-       No forzar la voz compitiendo con el ruido ambiental, evitar conductas como cortar los ambientes ruidosos con gritos.
     Debe controlar el volumen de su voz en cualquier ambiente intentando no hablar por encima de este. Evitar el uso de conductas vocales como gritar, reír demasiado fuerte, cambiar la voz, etc.

-       No usar emisiones de voz forzadas. Debe evitar hablar en situaciones en las que tenga que levantar o empujar objetos pesados y las emisiones forzadas intentando no forzar los músculos participantes en el habla (cara, cuello, hombros).

-       Reducir el tiempo de habla cuando se padezcan infecciones en las vías respiratorias altas y cuando exista afonía.

-       Moderar la intensidad de la voz.

-       Evitar los agentes irritantes laríngeos. Evitar bebidas excesivamente frías o calientes;  las comidas picantes; los ambientes que sean irritativos y produzcan sequedad como los ambientes cargados de humo, de  olores fuertes como pintura, producto de limpieza, etc.

-       Evitar la tos y el carraspeo improductivo. Se desaconseja la ingerir alimentos y bebidas que tienden a espesar la saliva y que crean la necesidad del continuo aclaramiento de garganta.

2.- PAUTAS PARA PROFESORES:

- Procurar ser un buen modelo en cuanto al uso correcto de la voz.
- No cortar los ambientes ruidosos con gritos.
- Utilizar formas no vocales para conseguir que le presten atención.
- Colocar a los niños con disfonías en un lugar cercano al maestro para que no tengan que hablar demasiado fuerte.
- Potenciar hábitos correctos de posturas, así como de velocidad y volumen del habla, etc.
- Además de las mismas pautas que los padres.

En conclusión, hay que procurar ser un buen ejemplo para los niños y niñas e intentar cuidar nuestras cuerdas vocales y las de ellos. Cuando observemos que un niño o niña se queda afónica, con frecuencia, deberemos acudir al pediatra para que este nos derive a los profesionales oportunos, pues en caso de que la afonía permanezca en el tiempo deberá acudir a un logopeda para que le ayude a rehabilitar sus cuerdas vocales.

                     
BIBLIOGRAFÍA:
-       Navarro Pozuelo, S; Navarro Marhuenda, F; Romero Martínez, P. (2002). Voz: trastornos y rehabilitación. Formación Alcalá (Jaén).
-       Heuillet-Martin, G; Garson-Bavard, H; Legré, A. (2003). Una voz para todos: la voz patológica. Solal editores (Marsella).

Autora:     Miriam Haro Gilabert

                 Logopeda, CRAE San Vicente del Raspeig

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