Muchas cosas hemos aprendido de este tema durante este primer trimestre pero lo más importante, es que hemos experimentado algunas situaciones de cómo era la vida en aquel tiempo. Nuestros dibujos han estado llenos de coronas, princesas… Cuando jugábamos con las construcciones creábamos nuestra fortaleza ideal.
Hemos conocido que los reyes no eran tan buenos con los súbditos ya que los campesinos tenían que dar una parte de lo que tenían a los reyes o caballeros. Nos hemos dado cuenta que ser princesas de cuento no es tan divertido como pensábamos, que es mejor ser una niña de hoy en día.
Muchos de nosotros hemos traído maquetas de castillos y hemos podido conocer las partes que lo componen. Pero los que realmente aprendieron y disfrutaron fueron los niños que, de excursión con su familia, subieron al Castillo de Santa Bárbara para comprobar “in situ” lo que habíamos visto en clase.
Hemos escrito como lo hacían antiguamente, con pluma y tinta. También hemos conocido las vidrieras utilizando la mesa de luz y realizando en la puerta de la clase nuestra propia vidriera. ¡Lo que nos hemos divertido viéndonos las manos azules, rojas y verdes así como queriendo coger los colores cuando pasaba el sol a través del papel!
Nos hemos disfrazado de caballeros y princesas ayudados por las mamás. Nos hemos dado cuenta de la importancia que tienen los escudos para identificar a los caballeros, a los colegios, a nuestro apellido… Por eso decidimos crear el escudo de nuestra clase.
El teatro vino a clase con la representación, por parte de unos papás, de la historia del Castillo de Santa Bárbara. ¡Qué bien lo pasamos!
En definitiva, hemos cambiado la idea que teníamos de que en los castillos solo viven príncipes, princesas, brujas y fantasmas.
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